Más difícil de lo que pueda parecer, las vidrieras en miniatura necesitan de un pulso firme y mucha más paciencia que los normales. En este caso conseguí que la misma botella hiciera de soporte del cuadro y que, sin colgarlo en ningún sitio, se mantuviera vertical. Busca elementos singulares, que en mi caso fue un galeón, ya que al ser tan pequeños los detalles podría quedar poco definido.
Un truco para crear las olas, que se observan mejor en la vidriera iluminada, es combinar franjas de cristales grandes con pequeñas.
Para este mosaico tardé 3 días. Es importante tener en cuenta que se necesitan varias encoladas para mantener el peso del cristal del cuello de la botella, no escatimes en cola y asegúrate que se mantiene firme antes de levantar la vidriera.
¿Te atreves a empezar con una vidriera o mosaico?
Anímate a enviarnos tus obras, te ayudaremos en todo lo que podamos
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